mayo 28, 2006

Sociedad Civil


Así el hombre, es un animal cívico más social que las abejas y otros animales que viven juntos
ARISTOTELES


La primera idea de sociedad va apareciendo unida al concepto de familia, el hombre comprende que nada puede hacer solo, o por lo menos se da cuenta que al unirse con otros de su misma especie las ventajes serian inimaginables, en otras palabras, la unión hace la fuerza.

Pero mencionamos a la familia como una primera agrupación o micro-sociedad, esto no deja de tener problemáticas de análisis, ya que si nos esforzamos un poco en este tema nos daremos cuenta que la familia es una agrupación, cierto, pero que tiene características bastante peculiares que la diferencia de la estudiada Sociedad Civil; la primera se forma a partir de un sentimiento conocido por ambos, amor, para luego llegar a estipularlo y formalizado según las leyes de turno del lugar; luego el poder que se puede observar dentro de esta agrupación es claramente limitado, esto es, el padre o bien la madre, no pueden impartir castigos tales como lo haría un Estado en contra de los que contravienen las normas, esto es por ejemplo privación de libertad e incluso muerte.

Es así que se forma una unión denominada Sociedad Conyugal a la cual Locke da especial estudio señalando, “la sociedad conyugal, que se establece mediante un pacto voluntario entre el hombre y la mujer, y aunque consiste principalmente en un ayuntamiento carnal y un derecho de cada uno de los cónyuges sobre el cuerpo del otro, según conviene a su fin principal, que es la procreación, también conlleva un apoyo y asistencia mutuos, así como unos intereses comunes, necesarios tanto como para unir sus preocupaciones y afectos, como también para su descendencia común, la cual tiene derecho a ser alimentada y mantenida por ellos, hasta que sean capaces de hacerlo por si mismos”

Pero Locke no es el único que señala a la familia como una primera clase de sociedad o bien como un origen de la Sociedad Civil.

“El hombre es por naturaleza un animal político o social, esto lo evidencia el hecho de que un hombre no se basta si vive solo, puesto que la naturaleza en pocas cosas lo proveyó suficientemente, dándole razón por la que pueda procurarse todo lo necesario para vivir, como son la comida el vestido o cosas parecidas, para cuya producción no basta un solo hombre. Por eso vive en sociedad, por imposición de la naturaleza...... Como es naturalmente un animal social precisa ser ayudado por los demás para conseguir su propio fin” es así como Santo Tomás lleva a Silva Bascuñan a señalar que “se puede entonces explicar que el hombre se encuentra siempre incorporado u organizando infinidad de grupos, comunidades, sociedades, que le crean vínculos más o menos estrechos, con objetivos de diversa amplitud e intensidad, de todos ellos -indica Silva Bascuñan- espera algún provecho en el curso de su desenvolvimiento”.

En cuanto la familia, la plantea como una forma asociativa originada de la naturaleza que es impuesta al hombre, aun sin previa decisión en al cual este recibe su primera educación.

Pero dejemos este orden de cosas y pasemos a analizar la Sociedad Civil. Para esto nos referiremos a distintas visiones de esta Sociedad, primero la apreciaremos como una Sociedad de carácter Político, para luego decantar a una Sociedad de carácter Sicológica, o bien una Sicología Social, en donde el hombre como miembro de esta se desenvuelve como una persona individual.


SOCIEDAD CIVIL O POLÍTICA.

“el hombre esta naturalmente ordenado a vivir en comunidad política, porque no pudiendo en la soledad procurarse todo aquello que la necesidad y el decoro de la vida corporal exige, como tampoco lo que conduce a la perfección de su ingenio y de su alma, a sido providencia de Dios que haya nacido dispuesto al trato y sociedad con sus semejantes, ya doméstica, ya civil; la cual es la única que puede proporcionar lo que basta a la perfección de la vida”. Es así como León XIII en Immortale Dei (1885) categorisa la relación del hombre con esta organización, relación que es una providencia de Dios, en la cual el hombre en pocas palabras esta predeterminado a vivir en comunidad, predeterminación ratificada por este mismo, algo así como un llamado de Dios.
Pero por otra parte nos encontramos con el viejo Aristóteles que plantea la afirmación que “quien no tiene necesidad de otros hombres o no se resuelve a vivir con ellos, es un bruto o un dios”.

Sin duda que ambas visiones no se alejan tanto al reconocer la existencia obvia de la sociedad, por el solo hecho de existir un conjunto o grupo de hombres.
Pero a diferencia de Locke quien plantea la idea de que el hombre nace con un titulo de libertad que lo habilita para el goce ilimitado de todos los privilegios y derechos de la ley natural, donde el concepto de propiedad y de tener derecho a defender lo propio cobra gran relevancia al momento de una organización superior, ya que un sociedad política no puede existir ni subsistir, sin tener en si el poder de preservar la propiedad, para lo cual se genera un pacto o un contrato entre los mismos entregando a la comunidad el poder natural que les pertenencia con anterioridad, el pensamiento cristiano de León XIII no estipula ninguna característica en el hombre que lo haga por su razón e inteligencia llegar a un sistema de vida gregaria, muy por el contrario, deja en la manos de Dios el evento de la formación de la sociedad y lo que es peor aun de la Sociedad Política.

Muy distinta es la posición de Alexis de Tocqueville, quien plantea la idea de la Sociedad “como en la que todos, mirando a la ley como obra suya, la amen y se sometan a ella sin esfuerzo; en la que, al considerarse la autoridad del gobierno como cosa necesaria y no como divina, el respeto que se le otorgue al jefe del estado no constituya una pasión, sino un sentimiento razonado y tranquilo, gozando cada uno de sus derechos y seguro de conservarlos, se establecería entre todas las clases una confianza viril y una especie de condescendencia reciproca tan distante del orgullo como de la bajeza.”

Claro nos queda la visión de este francés, quien nos señala la idea que la sociedad no solo es creada por los hombres sino que además esta es producto de la razón tan propia de éste, pero no es una razón tormentosa como lo seria la creación de una norma o constitución primera a decir de Kelsen, la cual es creada a partir de un hecho violento y revolucionario como seria una dictadura, muy por el contrario se trata de un entendimiento tranquilo al evento de entregar en manos de una organización superior sus vidas cotidianas.

Pero ¿que es esta Sociedad Civil?, ya entendimos la idea de Tocqueville, veamos otros conceptos como por ejemplo del ya citado A. Silva Bascuñan, quien desde un punto de vista especulativo entiende por Sociedad Civil “aquel cuerpo mayor que, comprendiendo multitud de hombres y variedad de grupos natural o libremente formados, tiene por misión crear, mantener y afirmar las condiciones favorables a la consecución por cada uno de sus miembros de su fin especifico, con el objeto de hacer posible el perfeccionamiento de todos, sin daños y, al contrario, proponiendo al feliz destino ultraterreno de todas las personas que la integran”.

Señalamos en un comienzo la diferencia que plantea Locke entre la sociedad que se forma entre un hombre y una mujer, y lo que podríamos llamar Sociedad Política, e indicamos la idea de Locke, al existir un estado de naturaleza, del cual se desenvocaba mediante un pacto a una sociedad, pero es de importancia indicar el fin planteado por éste a dicha sociedad. Locke señala que: “el fin de la sociedad civil es evitar y remediar los inconvenientes de el estado de naturaleza que se siguen precisamente cuando cada hombre es juez y parte en sus propios asuntos, y ese remedio lo busca en la instauración de una autoridad reconocida, a la que cualquiera pueda recurrir cuando sufre una injuria, ose ve envuelto en una disputa, y a la que todos los miembros de la sociedad deben respetar. Allí donde existan personas que no disponen una autoridad a la que apelar para que decida en cualquier diferencia que pueda surgir entre ellos, nos encontramos todavía en el estado de naturaleza..” Es así como éste autor relata el fin de esta sociedad, a la cual le da el valor prácticamente de un Mesías, que viene a salvar a la los hombres de un estado en el cual las libertades de cada individuo se contraponían, pero lo más llamativo es el hecho que este Mesías era originado por ellos mismos de una conducta voluntariosa, necesaria, (¿es que acaso no surgen así los Mesías?).



SOCIEDAD Y SICOLOGÍA SOCIAL
(Socialización del Comportamiento)

Una visión distinta de esta sociedad es su origen de carácter sicológico, así es, los sujetos no nacen entendiendo a esta sociedad y ni mucho menos se les hace fácil incorporarse a ésta, poco después de la afirmación del “yo” -a decir de Jean Misonneuve- el niño comienza a estructurar su “yo social”, lo cual no es simple; en efecto, debe tener en cuenta obstáculos, adoptar a menudo actitudes poco cómodas por el, comenzando verdaderamente el aprendizaje social, y en adelante será su destino humano no escapar jamás a la preocupación por su rol y el control legal o latente de la sociedad. Es así como esta persona adquirirá como lo dijimos un rol en la sociedad, esto es, se convertirá en un personaje de la vida que inserto en un gran teatro denominado Sociedad, deberá regirse por el libreto dado mediante la costumbre y la educación.

Pero por otra parte la naturaleza de este personaje es aleatoria y compleja; combina los impulsos individuales (temperamentos e ideales) y las influencias externas (modelos y controles sociales). En consecuencia, el personaje podrá asumir diversas funciones según la desigual proporción de esas fuerzas y la validez de su compromiso.

Es así como el hombre sufre por decirlo de alguna manera las exigencias de la vida colectiva, le es imposible vivir simplemente según sus instintos y caprichos. Asumimos nuestro rol social por la adopción de un personaje-tipo. Rol más impuesto que elegido, pero al que no dejamos de atenernos, ya que nos garantiza cierta seguridad, un status admitido en todas parte. Señala Gusdorf que “el personaje no es exactamente el individuo que somos, sino el que queremos persuadir a los otros que somos, o aun, el que los otros quieren persuadirnos que somos.... esas dos definiciones se confunden para construirnos una fachada social... Nos vemos, primero como otros nos ven o nos quieren ver”.

Por lo visto la idea de la sociedad en esta etapa de la personalidad no conlleva una simple sumisión tranquila o sin esfuerzo como lo plantea Tocqueville, muy por el contrario requiere de un trabajo arduo y por que no decirlo lleno de problemáticas contingencias.

Pero el hecho que la sociedad nos señale ciertas normas o limites, en los cuales la personalidad individual deberá desarrollar su potencial colectivo, ese deber ser, no excluye la idea de que el personaje quiera ser, esto es, que exista una intención personal en ser determinada cosa, o determinada persona.

Pero volvamos a la Sociedad Civil antes debatida.

El personaje que ahora es social, puesto que se ha desarrollado en ésta, debe además de asumir su representación, dar paso a una aceptación del ordenamiento reinante en dicha sociedad, que se supone lo reforzara en su que hacer como hombre. El hombre-individuo deja de existir, ha muerto como diría un nihilista, para dar lugar a un hombre-social, quien tiene extremas obligaciones para con el otro y una de esas obligaciones es precisamente no olvidar su condición, no olvidar que simplemente o complejamente es un elemento mas de esta gran Comedia.


CONCLUSIÓN.

Hemos reposado en esta oportunidad bajo el alero frutoso de Tocqueville, quien con sus ideas de un Estado Democrático nos señala que la Sociedad Civil es una necesidad real, y no una cuestión de carácter divino, el hombre para este reacciona mediante la razón y la originalidad.

También nos referimos Papa León XIII, quien planteaba la idea que el hombre había nacido con una característica que era la de ser sociable, característica que por gracia de Dios, y sólo por ésta poseíamos.

Como podemos apreciar las diferencias de forma no distorcionan el fondo, el hombre vive y ha vivido en una sociedad cuyo origen varia para algunos, cuyo fin es de discusión para otros.
Pero al momento de analizar a la Sociedad Civil como un grupo generado ya sea por el hombre, por la naturaleza, por Dios, o por la sociedad misma, encontramos que es de vital importancia no dejar de lado la valoración que el grupo humano hace de naciente normativa implícita de la sociedad o bien en la sociedad. Este tema va muy relacionado con lo que son las valoraciones socialmente dominantes, del maestro Kelsen, esto es, aquel conjunto de creencias, prejuicios, sentimientos, preferencias, modos de pensar y sentir que prevalecen en una determinada comunidad de individuos y que tienden a traducirse en determinadas formas de conductas de sus miembros. Así es, cada grupo humano entiende de modo distinto, debido a elementos como por ejemplo, geográficos, climáticos, históricos, etc... Es justamente esta situación la extiende aun mas el análisis general de la Sociedad Civil.

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