Ya casi no veo noticias.
Últimamente las veces que enciendo el televisor para tratar de informarme de lo que ocurre a nivel noticioso tengo que proceder a cancelar las entradas a mi hogar, ponerme casco, chaleco anti-balas, lentes para visión nocturna, preparar la salida de escape, revisar la (s) alarma (s) revisar los conductos del gas, y lo que es peor de todo tomarme uno o varios tranquilizantes, estilo ravotril, amparax, etc.
"ya no podemos estar más mal en este país" decía una ciudadana que cargaba con ella un pistola calibre no se cuanto pero sin duda lo indispensable para traspasar incluso a un elefante viejo (bueno me imagino que los viejos tienen el cuero más duro, o no?).
bueno en razón de lo anterior me surgen dos reflexiones, a saber:
1.- en realidad los medios de comunicación son en definitiva el gran poder. La transformación que logran en la psiquis de la sociedad es determinante para generar una estructura sumisa y dependiente de una fuerza que por lo demás ellos mismos se encargan de propiciar. Es que en Chile el único delito que se muestra en las pantallas es aquel que conmociona y asusta. No es lo mismo una estafa o evasión al fisco por muchos millones de dólares, que un cogoteo "grabado en vivo y en directo" de una joya artificial de alguna desprevenida transeúnte. Como tampoco es lo mismo un tráfico de armas a cargo de militares, que un tráfico de cd's pirateados por uno de esos "grandes" delincuentes poblacionales.
Para los medios estos últimos "grandes" delincuentes son lo que en definitiva maracan la pauta para atemorizar al público.
El foco real de atención es virado sutilmente por reportajes mediocres con alta concentración de farándula delincuencial, reportjes que por ningún motivo pueden pasar a llevar a algún malechor de familia realmente vinosa. Es que ocurre en la vida real, que los homicidios son cometidos a la misma escala en la población la legua como en barrio san damian. La violencia intrafamiliar es igual de horrorosa en providencia, pudahuel, arrayan y la dehesa.
2.- Esa frase de que "ya no podemos estar más mal en este país" me hace pensar que Chile esta lleno de extranjero venideros de algún lugar dónde no se acostumbra robar, hurtar o matar. "Éste país, pertenece a todos los que son chilenos y extranjeros con residencia en chile", por lo menos las leyes se aplican a ambos en igualdad de condiciones. Entonces qué ocurre?, qué pasa? con ese criterio tan alejado de la propia sociedad en la que se habita?
Me pregunto una y otra vez, la gente no puede estar tan alejada de la realidad de su entorno social. no hay que ser ministro del interior para darse cuenta que:
Al final de éstas reflexiónes me recuerdo que igual vivo en Chile, país que tienen la canción nacional más bonita del mundo, país en el que su dictador no es tan buenito porque solo se pelo un par de morlacos, a las finales un país hermoso con gente de mierda.
Últimamente las veces que enciendo el televisor para tratar de informarme de lo que ocurre a nivel noticioso tengo que proceder a cancelar las entradas a mi hogar, ponerme casco, chaleco anti-balas, lentes para visión nocturna, preparar la salida de escape, revisar la (s) alarma (s) revisar los conductos del gas, y lo que es peor de todo tomarme uno o varios tranquilizantes, estilo ravotril, amparax, etc.
"ya no podemos estar más mal en este país" decía una ciudadana que cargaba con ella un pistola calibre no se cuanto pero sin duda lo indispensable para traspasar incluso a un elefante viejo (bueno me imagino que los viejos tienen el cuero más duro, o no?).
bueno en razón de lo anterior me surgen dos reflexiones, a saber:
1.- en realidad los medios de comunicación son en definitiva el gran poder. La transformación que logran en la psiquis de la sociedad es determinante para generar una estructura sumisa y dependiente de una fuerza que por lo demás ellos mismos se encargan de propiciar. Es que en Chile el único delito que se muestra en las pantallas es aquel que conmociona y asusta. No es lo mismo una estafa o evasión al fisco por muchos millones de dólares, que un cogoteo "grabado en vivo y en directo" de una joya artificial de alguna desprevenida transeúnte. Como tampoco es lo mismo un tráfico de armas a cargo de militares, que un tráfico de cd's pirateados por uno de esos "grandes" delincuentes poblacionales.
Para los medios estos últimos "grandes" delincuentes son lo que en definitiva maracan la pauta para atemorizar al público.
El foco real de atención es virado sutilmente por reportajes mediocres con alta concentración de farándula delincuencial, reportjes que por ningún motivo pueden pasar a llevar a algún malechor de familia realmente vinosa. Es que ocurre en la vida real, que los homicidios son cometidos a la misma escala en la población la legua como en barrio san damian. La violencia intrafamiliar es igual de horrorosa en providencia, pudahuel, arrayan y la dehesa.
2.- Esa frase de que "ya no podemos estar más mal en este país" me hace pensar que Chile esta lleno de extranjero venideros de algún lugar dónde no se acostumbra robar, hurtar o matar. "Éste país, pertenece a todos los que son chilenos y extranjeros con residencia en chile", por lo menos las leyes se aplican a ambos en igualdad de condiciones. Entonces qué ocurre?, qué pasa? con ese criterio tan alejado de la propia sociedad en la que se habita?
Me pregunto una y otra vez, la gente no puede estar tan alejada de la realidad de su entorno social. no hay que ser ministro del interior para darse cuenta que:
LAS CALLES DE CHILE NO ESTAN TOMADAS POR LOS DELINCUENTES. NUESTROS HOGARES TAMPOCO.
Al final de éstas reflexiónes me recuerdo que igual vivo en Chile, país que tienen la canción nacional más bonita del mundo, país en el que su dictador no es tan buenito porque solo se pelo un par de morlacos, a las finales un país hermoso con gente de mierda.